La rosácea, enfermedad crónica que causa enrojecimiento e hinchazón en la piel, se trata de diversas maneras a fin de controlar el avance y deterioro de la piel afectada. El tratamiento más común en clínicas y hospitales es la administración de metronidazol o tetraciclinas, su desventaja es que pueden tardar semanas e incluso meses en dar muestra de mejora.

Recientemente, se han ido implementando tratamientos naturales para combatir esta afección, no obstante, los especialistas recomiendan reforzar estas terapias alternativas con rutinas para el cuidado de la piel para reforzar la curación de la zona afectada.

Cuidados para la piel afectada por rosácea son:

  • Evitar el agua caliente: si lavas la zona afectada con agua a alta temperatura, acelerarás su deterioro. Las saunas también deben evitarse.

  • Limpiar suavemente: utilizar un jabón suave y enjuagar con agua tibia o fría. Secar la piel con una toalla o paño de algodón.

  • Usar la medicación sólo después del secado: nunca deberá aplicar cremas ni ungüentos con el rostro aún húmedo. Lo recomendable es esperar que esté totalmente seca la piel, algo que puede tardar entre cinco o diez minutos, y posteriormente aplicar el tratamiento o maquillaje.

  • Cuidado con las afeitadoras: en el caso de los hombres, deberán utilizar máquinas de afeitar con protección en los extremos y evitar las lociones que puedan producir quemaduras.

  • Utilizar productos que reparen la barrera de la piel y protector solar: el primero, coadyuva a la retención de agua, por lo que repara la piel dañada y la suaviza. El protector solar, por su parte, evita que la piel se exponga directamente al sol.

  • Repetir el proceso en la noche: limpiar la cara suavemente para retirar el maquillaje y la suciedad acumulada durante la jornada. Aplicar el tratamiento recomendado por el médico.

El sol y la rosácea

La exposición prolongada al sol es causante no sólo de la aparición de la rosácea, sino de otras afecciones  tales como el envejecimiento prematuro de la piel, las manchas blancas y pecas, e incluso el cáncer de piel.

Para cuidar la zona afectada de los efectos del sol, los galenos recomiendan el uso de protector solar indicado para pieles sensibles, con un Factor de la Protección del Sol (FPS) de 45 o más. También es adecuado el uso de sombreros o gorros que protejan el rostro y evitar exponerse al sol sobre todo entre las 10:00 de la mañana y las 3:00 de la tarde.

Al exponerse a los rayos ultravioleta UVA y UVB, se aumenta el Factor Endotelial Vascular del Crecimiento (FEVC), sustancia que puede afectar a los vasos sanguíneos haciendo que éstos proliferen indiscriminadamente. Asimismo, estos rayos agravan la fototoxicidad y contribuyen a la aparición del cáncer.

También es ideal la permanencia en ambientes con temperatura óptima, es decir, ni muy alta ni muy baja pues el frío también puede causar daño a la piel afectada. Además, es imprescindible el uso de cremas hidratantes.

 

Tratamiento con Ácido Paraaminobenzoico o PABA

Esta vitamina además de frenar la caída del cabello y la aparición de canas, contribuye eficazmente al tratamiento de afecciones cutáneas tales como el vitíligo, manchas, flacidez, entre otras. Asimismo, protege la piel de los rayos ultravioleta, previniendo las quemaduras causadas por el sol y el deterioro de la dermis.

El ácido paraaminobenzoico debe consumirse con cuidado puede ocasionar reacciones alérgicas tales como diarrea, mareos, fiebre, vómitos y, en el peor de los casos, estado de coma.

Es posible encontrarlo de forma natural en productos tales como las espinacas, los champiñones, granos integrales y la melaza, por lo que los especialistas recomiendan una dieta rica en estos alimentos y una rutina diaria para de cuidados para la piel afectada por rosácea.

Productos recomendados para el cuidado de la piel con rosácea

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