¿Qué es la rosácea ocular?
La rosácea ocular se caracteriza con resequedad excesiva, visión borrosa, ardor o picazón, enrojecimiento, párpados hinchados y pocilga. Esta condición es conocida como rosácea ocular.
La mayoría de las veces la rosácea ocular se produce en combinación con la piel, pero en casos raros también se ha visto que esta enfermedad afecta a los ojos solamente.
Personas entre las edades de 30 a 60 normalmente son afectadas con el problema de la rosácea ocular. Es común entre las personas con piel clara y pelo claro.
No hay cura para la rosácea ocular sin embargo, se pueden tomar precauciones para reducir los síntomas y controlar la enfermedad.
El problema de la rosácea ocular no debe tomarse a la ligera ya que si no se trata adecuadamente puede tener muchos efectos adversos. Si la resequedad y otros síntomas no son tratados por el medico oculista con medicinas eficaces rosácea puede volverse peligrosamente fuera de control y puede incluso conducir a la pérdida de la vista.
Por lo tanto las personas que han sido diagnosticados con la piel rosácea deben visitar regularmente a su oftalmólogo para chequear sus ojo. Las investigaciones medicas han demostrado que los niños con los orzuelos frecuentes en la infancia tienen más probabilidades de contraer la enfermedad de la rosácea ocular en las últimas etapas de su vida.
Como no existe una cura efectiva para la rosácea ocular lo único que pueden hacer los médicos es ayudar en el manejo de los síntomas y controlar la propagación de la enfermedad.
Normalmente, los médicos prescriben antibióticos por vía oral para curar la rosácea severa. Sin embargo, a veces también se le puede dar corticoides por vía oral con el fin de disminuir la inflamación en los ojos.
La mejor manera de librarse de la sequedad es por el uso de lágrimas artificiales.
Si usted sufre de la rosácea ocular es muy importante que tome las medidas adecuadas para evitar empeorar su condición. Si los factores desencadenantes se evitan con éxito, entonces disminuye las posibilidades de la rosácea ocular. Por lo tanto, los alimentos picantes, el alcohol, el estrés, los rayos UVA del sol todos se deben evitar a toda costa.